la pipa
La traición de las imágenes (René Magritte)
Ayer, sobre las 21:00h., entré en un vagón del metro, abarrotado de gente, y me coloqué (sin quererlo) en medio de dos chicas que pararon un momento de hablar pero enseguida siguieron:
- Oye, pues tenemos que llamar a Julia
- Sí, es verdad, además me comentó que le apetecía lo de comer en un japo, así que la próxima vez que quedemos le avisamos.
Sinceramente, me entraron ganas de decirles: "hola, qué casualidad, me llamo Julia y en diez minutos he quedado con una amiga para cenar en un japo".
Parecía que de alguna manera mi aparición en medio de ellas dos les sugirió inconscientemente el nombre de Julia; y tal vez de alguna manera les transmití que tenía hambre y que estaba a punto de pegarme una comilona japonesa, y tal vez eso de alguna forma les llevó a mencionar que Julia (su Julia) tenía ganas de comer en un japo. Vaya, vaya. Apunto en mi libreta de momentos sincrónicos.
Y bien, imágenes que sugieren palabras, palabras que niegan la imagen de esta pipa. Claro que el dibujo no es una pipa real, es un dibujo. Claro que la frase que dice "esto no es una pipa" no es una pipa, porque es una frase.
He pensado en la belleza de las palabras que representan cosas nada bellas; ¿qué me dices de violencia? Es una palabra tan armoniosa sonoramente hablando que cuesta creer que lo que representa es algo malo...
¿y hostilidad? preciosa también, sin embargo pocas veces soportamos la hostilidad...
Qué bonitos encuentros, Foucault escribe un ensayo llamado "Esto no es una pipa" que habla sobre cómo se distancian las palabras de las imágenes que representan...
Ayer el elemento pipa llegó a mí (qué más da cómo...) y hoy vuelve a mí, encontrando este cuadro que la representa negando a la vez su existencia...
Apunto en mi libreta de momentos sincrónicos.
- Oye, pues tenemos que llamar a Julia
- Sí, es verdad, además me comentó que le apetecía lo de comer en un japo, así que la próxima vez que quedemos le avisamos.
Parecía que de alguna manera mi aparición en medio de ellas dos les sugirió inconscientemente el nombre de Julia; y tal vez de alguna manera les transmití que tenía hambre y que estaba a punto de pegarme una comilona japonesa, y tal vez eso de alguna forma les llevó a mencionar que Julia (su Julia) tenía ganas de comer en un japo. Vaya, vaya. Apunto en mi libreta de momentos sincrónicos.
Y bien, imágenes que sugieren palabras, palabras que niegan la imagen de esta pipa. Claro que el dibujo no es una pipa real, es un dibujo. Claro que la frase que dice "esto no es una pipa" no es una pipa, porque es una frase.
He pensado en la belleza de las palabras que representan cosas nada bellas; ¿qué me dices de violencia? Es una palabra tan armoniosa sonoramente hablando que cuesta creer que lo que representa es algo malo...
¿y hostilidad? preciosa también, sin embargo pocas veces soportamos la hostilidad...
Qué bonitos encuentros, Foucault escribe un ensayo llamado "Esto no es una pipa" que habla sobre cómo se distancian las palabras de las imágenes que representan...
Ayer el elemento pipa llegó a mí (qué más da cómo...) y hoy vuelve a mí, encontrando este cuadro que la representa negando a la vez su existencia...
Apunto en mi libreta de momentos sincrónicos.
A esa "otra" Julia que tenía ganas de "japo"
-Luka-
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