Vestida de árbol con camisa de ramas
(Autorretrato sin retoques, de Francesca Woodman)
Exposición en La Fábrica Galería, Madrid.
Exposición en La Fábrica Galería, Madrid.
Me gusta como juegan su blanco y su negro,
y el primer puesto incuestionable que le otorga a la luz, esa gran bestia que entra por la ventana y hace duros los contrastes,
y necesarios.
Me gusta que se disfrace los brazos con ramas de árbol,
y me gusta que se empapele y se crea parte de la pared que la escolta, como en el gesto más noble: ponerse a la altura de las otras cosas a las que solemos llamar cosas.
Y qué íntimo es el formato cuadrado. (El suyo me ha recordado al de Man Ray.)
Y toda la soledad y la decadencia que he visto me han recordado a Rimbaud,
y me la he imaginado como la bailarina de la que él hablaba:
---------
¿Es almea*?... en las primeras horas azules
morirá como las flores marchitas
delante de la espléndida plaza donde se escucha
alentar la ciudad que crece floreciente.
Es bello un exceso, bello y necesario
–para la Pescadora y el canto del corsario–,
también porque cayeron máscaras terminales
en las fiestas nocturnas sobre los mares puros.
---------
[¿Es almea?... En las primeras horas azules] es un poema de Arthur Rimbaud. (Julio, 1872)
*almea: bailarina hindú
y el primer puesto incuestionable que le otorga a la luz, esa gran bestia que entra por la ventana y hace duros los contrastes,
y necesarios.
Me gusta que se disfrace los brazos con ramas de árbol,
y me gusta que se empapele y se crea parte de la pared que la escolta, como en el gesto más noble: ponerse a la altura de las otras cosas a las que solemos llamar cosas.
Y qué íntimo es el formato cuadrado. (El suyo me ha recordado al de Man Ray.)
Y toda la soledad y la decadencia que he visto me han recordado a Rimbaud,
y me la he imaginado como la bailarina de la que él hablaba:
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¿Es almea*?... en las primeras horas azules
morirá como las flores marchitas
delante de la espléndida plaza donde se escucha
alentar la ciudad que crece floreciente.
Es bello un exceso, bello y necesario
–para la Pescadora y el canto del corsario–,
también porque cayeron máscaras terminales
en las fiestas nocturnas sobre los mares puros.
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[¿Es almea?... En las primeras horas azules] es un poema de Arthur Rimbaud. (Julio, 1872)
*almea: bailarina hindú
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